-No, Samantha, para, esta no eres tú. ¡Para!-Grita Elena.
-Has sido una niña muy mala, ahora vas a pagarlo.
Elena se deja caer en el suelo y acaricia su vientre. Samantha va en su dirección, pero ella se levanta enjuaga sus lágrimas, sorbe con fuerza, y mira decidida a su amiga. Cierra los ojos y empieza a entonar una nana y una luz empieza a salir de ella, brillante, cálida. De su espalda salen dos alas blancas que le cubren entera, al separarse sus ropas se han transformado y ahora es una túnica blanca ceñida con un cordón y en sus manos sostiene un báculo.
-¿Tú?-Samantha mira incredula la imagen que acaba de ver.
-Sí, ahora sabes mi verdadera naturaleza, un angel.
-No me importa puedo contigo.-Fuera de si se lanza contra Elena.
-¡Luz reveladora!- Un rayo sale de su mano y golpea a Samantha lanzandola contra la pared.-La batalla todavia  no ha comenzado. Antes he de hacer descansar a Yaren.
Elena avanza hasta donde esta el cuerpo de su amiga, sin miedo. Decidida. Se arrodilla y se arranca una pluma. se corta con ella en la palma de la mano y coloca dos gotas de su sangre en la frente de Yaren.
-¿Sabes? Es la primera persona a la que hago cruzar.
-Bueno ahora que ya has echo esa bobada... ¡Luchemos!